La alimentación que favorece la producción de serotonina y dopamina, reguladores del estado de ánimo.
Consumo excesivo de nutrientes esenciales
Tres neurotransmisores determinan esencialmente nuestro estado de ánimo:
- Las catecolaminas (dopamina, adrenalina y noradrenalina), estimulantes naturales que favorecen la energía, el estado de alerta y la imaginación;
- La serotonina, que estabiliza el humor y el sueño, nos ayuda a pensar positivamente, a adaptarnos y a tomar distancia con serenidad.
Estos neurotransmisores derivan del metabolismo de ciertos aminoácidos, que deben ser aportados por la dieta, correctamente asimilados y disponibles para la síntesis del neurotransmisor. Además, la transformación de los aminoácidos en neurotransmisores depende de varios nutrientes esenciales, como los oligoelementos y las vitaminas.
La tirosina, el triptófano y las vitaminas del grupo B son esenciales para la producción de neurotransmisores del estado de ánimo.
La calidad de la ingesta dietética de vitaminas, oligoelementos, aminoácidos precursores y ácidos grasos poliinsaturados influye en la gestión corporal de los estados de ánimo.
Cómo la nutrición puede ayudar a regular el estrés
En primer lugar, restablecer los niveles de neurotransmisores a través de sus precursores, los aminoácidos:
- L-tirosina o L-triptófano (aminoácidos esenciales), en función de los síntomas conductuales o cognitivos observados.
- El ácido glutámico (y la glutamina), precursor del GABA, puede ser sintetizado por el organismo y está presente en grandes cantidades en el hipocampo, donde estimula la memoria;
- La taurina, que puede ser sintetizada por el organismo y está presente en grandes cantidades en el cerebro, es un neuromediador con acción directa sobre los receptores GABA y un aglutinante de magnesio.
A continuación, mejorar la entrada de estos precursores, si es necesario, en el sistema nervioso
El cerebro no se comporta como un colador, ¡eso sería demasiado peligroso! Los aminoácidos deben atravesar la barrera hematoencefálica, que regula la entrada de nutrientes en el cerebro mediante proteínas transportadoras. Una de estas proteínas asegura la entrada de triptófano, tirosina y otros aminoácidos de cadena ramificada (leucina, isoleucina, valina). Estos aminoácidos entran en competencia entre sí, una competencia que no favorece al triptófano. El triptófano sólo representa entre el 1 y el 2% de todos los aminoácidos que componen las proteínas, mientras que la tirosina representa entre el 4 y el 5%.
La tirosina también puede sintetizarse ligeramente en el hígado a partir de la fenilalanina. La única forma de aumentar el aporte de triptófano al cerebro es seguir una dieta rica en hidratos de carbono. Los hidratos de carbono, que favorecen la liberación de insulina, hacen que los aminoácidos ramificados entren en las células: el triptófano es por tanto más abundante en el cerebro.
Tomar un suplemento de triptófano es la forma más natural de superar los problemas de producción de serotonina en el cerebro. A diferencia de una dieta rica en proteínas, tomar un suplemento de triptófano no aumentará los niveles sanguíneos de los cinco aminoácidos competidores.
Por último, favorecer la síntesis de neurotransmisores, aportando cofactores, y su unión a las neuronas:
- Vitaminas B1, B2, B3, B5, B6, B8, B9, C, D ;
- Minerales/oligoelementos: cobre, manganeso, zinc, hierro y magnesio, esenciales para la síntesis y/o el almacenamiento de los neurotransmisores;
- L-metionina, que aumenta los niveles de adrenalina y melatonina;
- inositol, estimulante sináptico, que favorece la transmisión de señales tras la unión de neurotransmisores en la sinapsis neuronal.
Elaborado por Departamento Técnico Nutergia Francia