Según la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica, en torno a 8 millones de españoles sufren alergia estacional y experimentan síntomas en primavera. Además, la rinitis alérgica es la más habitual y afecta a entre el 10 y el 30% de los ciudadanos.
Según el jefe de la Sección de Alergia del Hospital Universitario Germans Trias i Pujol de Badalona, el Dr. Albert Roger, hasta un 25% de la población española padece algún tipo de alergia respiratoria, principalmente rinitis y asma.
Los expertos estiman que en 2050 la mitad de la población mundial será alérgica.
Se puede definir la alergia como una respuesta exacerbada del sistema inmunitario a un elemento desencadenante.
Las alergias más prevalentes son: rinitis alérgica estacional y perenne (polen, esporas, ácaros, caspa de animales,…), asma alérgico, dermatitis alérgica y alergia alimentaria. Sin olvidarnos de las intolerancias alimentarias, que, aunque no implican una reacción inmunitaria de tipo alérgico, si expresan una reactividad aumentada frente a determinados alimentos.
Síntomas habituales
Los síntomas habituales clásicos son exceso de mocos (rinorrea), estornudos frecuentes, picor de ojos, también de garganta, pitidos en el pecho y hasta dificultad para respirar. Mientras que, cuando se trata de alergias alimentarias las reacciones pueden ser leves, moderadas e incluso graves: urticaria, picor en la boca, hinchazón de labios y cara, congestión nasal, dolor abdominal, diarreas, náuseas, shock anafiláctico.
Las intolerancias alimentarias, por otro lado, puedes pasar fácilmente desapercibidas, dado que su sintomatología no es tan inmediata, ni tan obvia, pero siempre insidiosa y origen de diferentes problemas digestivos, migrañas, vértigos, fatiga, e incluso síntomas respiratorios.
¿Por qué del aumento de las alergias e intolerancias?
1. Cambios bruscos en los hábitos alimentarios.
La diversificación demasiado precoz de la alimentación en el primer año de vida y la frecuente reducción de la lactancia materna, son factores que influyen.. Sin duda otros hábitos modernos como el elevado consumo de lácteos, cuya proteína (caseína) es difícilmente disgregada por la renina gástrica en determinados sujetos, el uso y abuso de aditivos alimentarios relacionados directamente con ciertos tipos de alergia, los pesticidas utilizados indiscriminadamente, la falta de los vitales oligoelementos en el terreno de cultivo y en los alimentos, etc. Incluso, el afamado Dr. J. Seignalet, puso en evidencia que la trasformación genética que han experimentado a lo largo de los siglos diversos alimentos (Seignalet 2001), especialmente en las gramíneas (cereales), han provocado un aumento de alergias e intolerancias alimentarias. Por otro lado, la sociedad moderna dedica poco tiempo al acto de comer; las prisas y el estrés son parte del contexto, que, unido a una masticación insuficiente, dan lugar a una mala digestión de los alimentos. En consecuencia, grandes estructuras proteicas susceptibles de generar con mayor facilidad alergias y/o intolerancias superan un intestino demasiado permeable bajo el estrés.
2. Una microbiota intestinal alterada.
En los últimos años se ha señalado como causa probable del aumento de las alergias la composición de la microbiota intestinal, dada su fuerte relación con el desarrollo del sistema inmunológico humano ya que este se forma en la vida intrauterina y en la primera infancia, períodos cruciales para la formación de una microbiota saludable.
El parto prematuro, la cesárea, el uso de antibióticos y la lactancia materna limitada son señalados como responsables en parte del aumento de enfermedades crónicas no transmisibles en niños, como las alergias. Recientemente, se ha asociado el equilibrio o desequilibrio de la flora intestinal, como protagonista de la tolerancia o intolerancia inmunitaria frente a presuntos antígenos.
En pediatría la composición de la microbiota del bebé con lactancia materna exclusiva es considerada el patrón de oro para una microbiota saludable, y como consecuencia una menor probabilidad de desarrollar alergias. En los adultos, se ha comprobado que una DISBIOSIS INTESTINAL (alteración en el ecosistema bacteriano del intestino) puede estar en el origen de muy diferentes alergias e intolerancias.
3. Frente a determinados antígenos
Entre los factores que inducen una disbiosis intestinal encontramos:
- el uso frecuente de antibióticos y protectores gástricos,
- el consumo habitual de azúcares y dulces,
- el estrés,
- el tabaco, el alcohol,
- el estreñimiento, etc.
Hábitos saludables que contribuyen a equilibrar el terreno alérgico como apoyo a los tratamiento convencionales
1. Alimentación saludable
Aumentar el consumo de vegetales de calidad. Decantarse por cereales completos y, preferiblemente, salvajes (sarraceno, quinoa, arroz, etc). Consumir legumbres de la localidad, KM 0, pescados de calidad y carnes de pasto. Evitar: alimentos procesados, azúcares y dulces, cereales comunes, lácteos comunes, cocinar a altas temperaturas, comer de forma apresurada o bajo estrés.
2. Hábitos
Eliminar el tabaquismo, reducir o eliminar el alcohol, buscar herramientas para gestionar el estrés (yoga, mindfulness, sofrología…), realizar ejercicio físico regular, asegurarse una correcta hidratación, solucionar el estreñimiento, evitar la automedicación.
3. Probióticos
Es posible apoyar con un probiótico que contribuya a reforzar las defensas del sistema inmunitario de forma natural.
El terreno biológico que predispone a las alergias (terreno atópico) y que genera esa hipersensibilidad (respuesta exagerada del sistema inmunitario) tiene una importante carga genética. Dicho terreno no se puede cambiar, tal como no podemos cambiar el color de los ojos, pero si podemos equilibrarlo con nuestra forma de vida, con nuestros hábitos, y con una selección inteligente de micronutrientes y cepas probióticas, de tal manera que no nos reste calidad o disfrute de la vida.
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(C) Documento elaborado por el departamento técnico de Nutergia laboratorio Fuentes de consulta: https://www.epe.es/es/salud/20230519/alergia-polen-cada-vez-mas-frecuente-espana-dv-84619856 https://acsa.gencat.cat/es/seguretat_alimentaria/seguretat_alimentaria_per_temes/alergies_i_intolerancies_alimentaries/index.html Fernando Burgosa, Tomás Herrerob, Jorge Martínezc, Omar Tabaccod, Gabriel Vinderolae. Immunomodulation properties of biotics and food allergy in pediatrics. Arch Argent Pediatr 2022;120(4):274-280 / 274 Mercedes Gomez de Agüero, Stephanie C. Ganal-Vonarburg, Tobias Fuhrer, Sandra Rupp, Yasuhiro Uchimura, Hai Li, Anna Steinert, Mathias Heikenwälder, Siegfried Hapfelmeier, Uwe Sauer, Kathy D. McCoy, Andrew J. Macpherson: The maternal microbiota drives early postnatal innate immune development: Science 2016, DOI: 10.1126/science.aad2571 Eslami M., Bahar A., Keikha M., Karbalaei., M., Kobyliak N., Yousefi B. Probiotics Function and Modulation of the Immune System in Allergic Diseases. Allergol. Immunopathol. 2020;48:771– 788. doi: 10.1016/j.aller.2020.04.005. Isolauri E, Arvola T, Sutas Y, Moilanen E, Salminen S. Probiotics in the management of atopic eczema. Clin Exp Allergy. 2000; 30: 1604-1610.
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