Nuestro estilo de vida, es decir, los alimentos que nos nutren o “desnutren”, cuánto ejercicio hacemos o si somos sedentarios, nuestra capacidad mayor o menor para gestionar el estrés , el contacto más o menos controlado que tenemos con las toxinas medioambientales y también presentes en los alimentos, es lo que realmente está impulsando la presente epidemia de la obesidad que hoy afecta a edades cada vez más tempranas. Vivimos en un ambiente “obesogénico“, es decir, aquél que se define como la suma de las influencias que el entorno, las oportunidades o las condiciones de vida tienen en la promoción de la obesidad de los individuos o de las poblaciones”.¹
Cada vez es más evidente que el 90% del riesgo que tenemos de enfermar es provocado por factores medioambientales, no por los genes que heredamos.²
Es en realidad todo lo que entra en contacto con nuestros genes de fuentes externas:
- agua,
- alimentos,
- medicamentos,
- contaminantes,
- metales pesados,
- radiación
- y el mismo estrés.
así como también derivado de procesos internos:
- inflamación,
- producción de radicales libres (estrés oxidativo),
- infecciones,
- alérgenos
- e incluso alteraciones en la flora intestinal.
El origen de la epidemia de enfermedades crónicas existente en la actualidad.
Toda esa serie de exposiciones medioambientales, el estilo de vida (y especialmente nuestros hábitos alimentarios), son los que definen nuestro “exposoma”³ y éste, a su vez, es el que acaba afectando a nuestra expresión genética que nos direcciona hacia la enfermedad o, incluso, hacia la salud.
Está en las decisiones que tomamos diariamente la clave para “desactivar” o “silenciar” los genes que nos pueden perjudicar y generar enfermedades, así como en “activar” los genes que pueden promover una salud óptima.
Escoger el menú diario
Escoger un menú que incluya una ensalada variada y de calidad, enriquecida con nueces y aliñada con aceite de oliva de primera presión en frío, acompañada de una tortilla hecha con huevos de caserío y espárragos ecológicos, té verde y piña de postre, en lugar de un primer plato de pasta (de trigo) con salsa de tomate (envasada y lista para consumir con todos sus aditivos químicos, aceite de girasol y sal) y un segundo que incluya una hamburguesa (cuya composición es ante todo grasa de mala calidad y aditivos) con “aceitosas” patatas fritas, con un refresco cuyo apellido es “Cola” y bizcocho de nata de postre… es algo que sólo depende de nuestra voluntad y del cariño que nos tengamos a nosotros mismos.
Empezar por cambiar mínimamente nuestros hábitos, como por ejemplo subir escaleras en lugar de coger el ascensor, o dar gracias a cada nuevo día al despertar en lugar de empezar “gruñendo”, son actitudes que pueden sin duda mejorar nuestra salud.
Nutergia, entre sus principios, contempla respetar y admirar la naturaleza, al ser fuente de sabiduría y de principios activos que nos ayudan a equilibrar este ambiente obesogénico que el ser humano ha creado. ERGYVIOL, por ejemplo, es el resultado de asociar las virtudes de la arcilla verde, del agua de mar y oligoelementos seleccionados, que en su conjunto aportan oligoelementos esenciales que contribuyen a evitar la degeneración y oxidación celular, así como a promover un buen funcionamiento de nuestro sistema inmunitario y salud en general. ERGYTAURINA DETOX, por otro lado, gracias a su mezcla de principios activos naturalmente procedentes de crucíferas como el brécol y el rábano negro, sumado al ajo, la taurina y otros cofactores, es esencial para el cuidado de nuestro hígado, órgano detoxificante por excelencia que se encarga de procesar y eliminar contaminantes, metales pesados, medicamentos, entre otros.
VECTI-PUR, como último producto a destacar, es clave para contrarrestar el efecto del ambiente obesogénico, al ayudarnos a controlar el nivel de azúcar en sangre y prevenir el riesgo cardiovascular, además de optimizar las funciones celulares.
Empecemos hoy a tomar decisiones que cuiden nuestra salud y protejamos nuestras células de toda agresión. No somos víctimas sino responsables. Estar “enfermos” no es lo normal y de nosotros depende poder estar cada día más sanos.
NOTAS
2.Lichtenstein, P., et al., “Environmental and heritable factors in the causation of cancer – analyses of cohorts of twins from Sweden, Denmark, and Finland“. N.Engl.J.Med., 13 de julio de 2000,343(2):78-85.
3. Rappaport, S.M.,”Implications of the exposome for exposure science“. J.Expo.Sci.Environ.Epidemiol.,enero de 2011,21(1):5-9.
(C) Texto elaborado por el departamento técnico de Nutergia laboratorio