Qué son las vitaminas y la importancia de las vitaminas del grupo B
Vitaminas esenciales, solubles e insolubles… aprende a distinguirlas.
Vita, la vida
El término “vitamina” fue acuñado a principios del siglo XX por el bioquímico polaco Kazimierz Funk. Proviene del latín vita, que significa “vida”, seguido del sufijo amina (aunque el descubrimiento de las estructuras químicas de las vitaminas demostró posteriormente que no todas ellas contienen un grupo químico amina).
Etimológicamente, una vitamina es por tanto una “amina necesaria para la vida”.
Aunque no tienen valor energético (no liberan calorías), actúan en pequeñas dosis en un gran número de procesos biológicos como cofactores en las reacciones químicas.
Así, las vitaminas se consideran vitales porque la falta de ingesta o asimilación puede provocar importantes trastornos fisiológicos, como el famoso escorbuto o el beriberi.
Vitaminas esenciales
En los seres humanos, se han definido 13 familias de las llamadas vitaminas esenciales y se han clasificado en 2 categorías principales:
Vitaminas hidrosolubles = pueden disolverse en agua. Vitaminas B (B1, B2, B3, B5, B6, B8, B9 y B12) y C
No se almacenan muy bien en el cuerpo porque se eliminan en la orina.
Vitaminas liposolubles = pueden disolverse en la grasa Vitaminas A, D, E y K
Se almacenan en el tejido graso y en el hígado.
Profundizando en las vitaminas del grupo B y sus beneficios
Las vitaminas del grupo B (B1, B2, B3, B12…) desempeñan un papel muy importante en el organismo, por eso muchas de nuestras sinergias las incluyen entre sus ingredientes. Actúan como cofactores, ayudando a los micronutrientes a activarse y optimizar los procesos que se desarrollan en el interior de las células.
– La vitamina B1, o tiamina, interviene en varios metabolismos, como la transformación de los hidratos de carbono en energía, la descomposición del alcohol y el mantenimiento y buen funcionamiento del sistema nervioso y los músculos. Se propone como suplemento por sus beneficios en el tratamiento de la abstinencia de alcohol, los trastornos metabólicos, la fatiga, el estrés, la falta de apetito, ciertas enfermedades neurodegenerativas, la diarrea crónica y los problemas de memoria.
– La vitamina B2, también conocida por el término científico de riboflavina, interviene en la síntesis de dos enzimas esenciales para la producción de energía. Por lo tanto, desempeña un papel fundamental en la conversión de carbohidratos, grasas y proteínas en energía. También interviene en la protección celular, la salud ocular y la reparación muscular. Se puede recomendar un suplemento de vitamina B2 para combatir los calambres musculares, las migrañas y el exceso de colesterol LDL.
– La vitamina B3 también interviene en la conversión de los carbohidratos en energía. Ayuda a mejorar la circulación sanguínea y a regular las hormonas implicadas en el estrés. Por ello, puede proponerse como complemento en el tratamiento de la hipertensión y del exceso de colesterol.
– La vitamina B5, o ácido pantoténico, desempeña un papel fundamental en la síntesis de las hormonas sexuales, los ácidos grasos y el colesterol. También es esencial para el transporte de oxígeno en la sangre y para la producción de energía por las células. La vitamina B5 suele ofrecerse en los complementos alimenticios por sus propiedades antioxidantes, curativas e hidratantes.
– La vitamina B6 interviene en el metabolismo de los aminoácidos, así como en la síntesis de la hemoglobina, los neurotransmisores y los anticuerpos. También interviene en la liberación de glucosa del glucógeno presente en los músculos. Los suplementos de vitamina B6 son muy populares entre los deportistas y también pueden utilizarse para prevenir la diabetes y las enfermedades cardiovasculares. La suplementación también podría ayudar a reforzar el sistema inmunitario y limitar los dolorosos síntomas del síndrome premenstrual.
– La vitamina B8, o biotina, interviene no sólo en la producción de energía, sino también en la síntesis de ácidos grasos y aminoácidos. Cuando se complementa, se recomienda generalmente para el acné, la piel grasa y las uñas frágiles y quebradizas. Los suplementos de vitamina B8 también pueden utilizarse para combatir la caída del cabello y la aparición de canas.
– La vitamina B9, también conocida como ácido fólico o folato, interviene en la síntesis de aminoácidos, ADN y ARN, y ayuda a reducir la fatiga mental y física. También contribuye a la producción de glóbulos blancos, glóbulos rojos y sustancias químicas del sistema nervioso.
– Los estudios han demostrado que los suplementos de vitamina B9 pueden ayudar a prevenir las enfermedades cardiovasculares.
– La vitamina B12, o cobalamina, interviene en la síntesis de proteínas, ADN, ARN, glóbulos rojos y neurotransmisores. También ayuda a mantener la vaina de mielina que rodea y protege las fibras nerviosas. Por ello, los suplementos de vitamina B12 pueden recomendarse para prevenir o tratar determinados trastornos del sistema nervioso. La suplementación también podría ayudar a mejorar el estado de alerta y la protección del cerebro.
A pesar de sus actividades esenciales, estas moléculas no pueden ser sintetizadas ni almacenadas por el cuerpo humano. Por ello, no es raro encontrar carencias de vitaminas del grupo B debido a una ingesta insuficiente o a una mala asimilación.
Una suplementación adecuada puede ser entonces esencial para cubrir las necesidades diarias y evitar complicaciones de salud.
¿Lo sabías?
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© Artículo elaborado por el Departamento Técnico de los Laboratorio Nutergia.