“Tu cerebro es como velcro para las experiencias negativas, y como teflón para las experiencias positivas”, según el psicólogo Rick Hanson. Dicha afirmación nos hace reflexionar y darnos cuenta que debemos fijar nuestro foco de atención para cambiar automáticamente nuestra emoción y sentirnos mejor cuando estamos tristes, angustiados, preocupados o incluso “nada felices”. Fisiológicamente, cuando estamos sintiendo una emoción negativa, nuestro cuerpo solamente tarda noventa segundos en procesar las hormonas del estrés y recuperar el equilibrio emocional. Pero si volvemos a pensar en aquello que nos está entristeciendo o incluso generando rabia, dolor, enojo, volvemos a repetir el mismo proceso fisiológico y quedamos atrapados en un círculo vicioso que no sólo enferma nuestra mente y estado de ánimo sino también nuestro organismo y salud general. Lo que debemos hacer es cambiar el foco, hacer algo diferente, por ejemplo, generar de forma consciente un recuerdo alegre, pensar en las personas que queremos, proyectar una sonrisa en nuestros labios, recordar una linda mirada positiva, un paisaje bonito, mirar una película divertida o leer un libro entretenido.
Las emociones no deben ser nunca, un estado permanente. Vienen y van. Tú eres quien debe dirigirlas y conseguir tener mayor cantidad de emociones positivas, que te hagan sentir bien. De esta forma la vida se vuelve menos pesada y lograrás sentirte más libre y vivo. Aprende a divertirte, a sentir agradecimiento por tener “suficiente”. Si quienes te rodean quieren quitarte esa ilusión por disfrutar, no les hagas caso y sigue floreciendo. Al final la felicidad está dentro de ti y es algo que nadie puede ni darte ni quitarte. Incluso ten en cuenta que le estarás haciendo un gran favor a aquel que esté amargado o deprimido o angustiado o estresado, pues no hay mejor forma de darle paz o equilibrio que con buenas palabras acompañadas de una gran sonrisa.
¿Qué podemos hacer al terminar el día que mejore nuestro bienestar? Cada noche debes pensar en al menos 10 cosas positivas que te han ocurrido a lo largo del día. Si quieres, puedes apuntarlas para crear una memoria especial en tu cerebro que de paso a esos detalles que iluminaron la jornada. Puede ser simplemente el saludo cariñoso de alguien a quien aprecias o la belleza de las flores de la entrada a tu despacho. El primer día quizá te será difícil y luego verás que valorarás cada vez más lo positivo y bonito del día día, eso significa que habrás podido lograr entrenar tu cerebro para que recupere una percepción más equilibrada de la realidad y no centrarse en lo negativo que suele ser casi siempre irracional y exagerado.
Como dijo Mark Twain: “He tenido muchos problemas, pero la mayoría nunca me han pasado.”
Ahora depende de ti empezar el día con buen pie, con una actitud positiva. Desde el Laboratorio Nutergia, a su vez, te damos algunos consejos que pueden ser útiles para tu bienestar:
- Las personas con altos niveles de estrés y ansiedad tienden a respirar a través del pecho. La respiración superficial a través del pecho interrumpe el equilibrio de oxígeno y dióxido de carbono necesario para un estado de relajación e intensifica el sentimiento de ansiedad. Para poder calmarte en apenas segundos simplemente debes respirar (especialmente exhalar) más despacio, de forma profunda y consciente. Recuerda mantener a su vez una postura erguida abriendo el pecho.
- Hasta los antiguos egipcios y griegos, entre ellos Aristóteles e Hipócrates, pensaban que las imágenes negativas pueden causar enfermedades y las positivas ayudar a curar. Visualiza o imagina algo relajante cuando quieras desconectar, notarás como se relajan tus músculos y dejarás de pensar en cosas que te preocupan.
- Tener un sueño escaso (pocas horas) o nada reparador y profundo (por ejemplo aquellos que se despiertan de forma reiterada a lo largo de la noche o padecen apnea del sueño) no nos dejará sentirnos tranquilos y poder rendir durante el día. El no dormir bien puede ser causa de estar con mayor ansiedad durante el día. El simple hecho de tomar una infusión de plantas como lavanda, tila y manzanilla antes de acostarnos nos ayudará a descansar mejor. La manzanilla actúa sobre los receptores GABA en el cerebro (generando un efecto antiansiedad) y el solo olor de la lavanda ya tiene un impacto en las ondas cerebrales que podrá calmarnos.
- Pregúntale a tu profesional o médico de confianza, qué suplementos pueden ayudarte a mejorar tu bienestar emocional. Por ejemplo ERGYSTRESS contribuye a favorecer la gestión del estrés, ERGYCALM si estás nervioso a lo largo de todo el día o incluso si te cuesta conciliar el sueño, ERGYFOSFORYL si te sientes que no rindes intelectualmente en tu trabajo o ERGYCARE si estás más bien decaído anímicamente o deprimido. No te olvides incluso de considerar mejorar el estado de tu flora bacteriana con toda nuestra línea de probióticos (ERGYPHILUS Plus, ERGYPHILUS Conf, ERGYPHILUS Niños o ERGYPHILUS Intima) pues se ha demostrado que nuestra microbiota influye directamente en nuestro estado de ánimo y es más fácil no caer en estados de estrés, nerviosismo, ansiedad o depresión cuando nuestra flora bacteriana está en equilibrio.
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